La Vitalidad interna de una pieza dental
es algo irremplazable,
esta le otorga al diente una fortaleza estructural
para poder resistir las tensiones de la masticación.
Por esta razón hay que hacer el mayor
y mejor esfuerzo en preservarla,
así evitando llegar a necesitar una endodoncia
o funda coronaria.
Esto es comparable a la vitalidad de un árbol, ya que mientras esta saludable resistirá las inclemencias del temporal pero si la pierde entonces se tornará rígido y quebradizo, ya que pierde su humectación y microelasticidad interna.
En la actual Odontología Conservadora y Restauradora se utilizan materiales con características de biocompatibilidad y gran firmeza, para así recuperar las propiedades que pudo haber perdido la pieza dental.